viernes, 6 de diciembre de 2013

Círculo de Isengard 2013


El sábado 3 de diciembre, invitados por la A.C. Círculo de Isengard, los Gladiatoris viajaron a las tierras de Alcalá de Henares, conducidos por Luis Valleaguado. ¡He aquí su crónica! 
(Gracias a Pablo Molina por recopilar los nombres de los jugadores)
El Sábado día 3 visitamos el local de “Circulo de Isengard” en Alcalá de Henares. Estuvimos allí mañana y tarde. Por la mañana se jugó con los equipos básicos a los Juegos Romanos XI: Trampas y FierasParticiparon Alexia con Acróbatas, Ángel con Sin Escudos, Juan con Escudos Grandes y Pablo con Escudos Pequeños.
La partida comenzó con una conversión en masa de los Esclavos III azules al Cristianismo. Lo cual no les resto fiereza: el León les rehuía y la Pantera cayó antes sus puños.
Todo esto reportando buenos sestercios a Juan, artífice de la conversión. Mientras, el Tigre y su habilidad de salto sembraba la muerte entre los condenados atrapados en un foso y de paso proporcionó a su lanista, Alexia, el segundo premio.
Entretanto, algunos luchadores se dejaron llevar por el pánico ante el imparable avance de los azules conversos y decidieron sacrificar sus vidas arrojándose a los fosos con lanzas antes que sucumbir a sus puños. Y en sibilina estrategia, el propio Leopardo azul también se arrojó al mismo foso, dejando a sus rivales sin su preciada piel.
Esta acción, contra todo pronóstico, concedió el primer premio a los Sin Escudos azules de Ángel, ganadores de la primera prueba. La segunda prueba iba a celebrarse por la tarde pero, por circunstancias varias, al final no pudo jugarse, dejando a un lanista sin Juegos y al público muy descontento.

Por la tarde se jugaron dos partidas simultáneas de los Juegos Domésticos III: Escarmiento Público, todo un clásico. En la Mesa A: Juan con Cómicos, Samino con Amazonas y Diego con Escudos Pequeños.
Al lado, en la Mesa B: Jorge con Escudos Grandes, Rubén con Acróbatas y Sergio con Egipcios.
En la primera prueba casi todos optaron por entrenar a las Fieras en detrimento de los Esclavos, a consecuencia de lo cual fue una prueba de sólo ronda y media en ambas mesas. Los Escudos Pequeños verdes de Diego obtuvieron la Palma en la Mesa A y poco después terminaron en la Mesa B con un empate entre los tres.

La segunda prueba empezó con mucho retraso en la Mesa B, retraso que acumularían hasta el punto de no poder terminarla. A destacar cómo el Guerrero Egipcio invocó a Júpiter para que le salvase de un Tigre hambriento, mientras el Lusiario, oculto en un foso, apaleaba a un León que estaba siendo devorado por las Crías de Cocodrilo. 
En la Mesa A, los Gladiadores sucumbieron a las Fieras en menos de 3 rondas, a pesar de salir dos de ellos a nivel III. Y justo en ese momento, como castigo divino, el suelo se abrió bajo las fieras y apareció… ¡Un Bosque! Culpa del organizador de los juegos, que no puede estar en todas partes.
Pero, como al público le hizo gracia lo de caer a un Bosque, se quedó el Bosque. El Onagro quedo muy debilitado por la caída y fue presa fácil del resto de fieras. El duelo final entre la Pantera y el Caballo Sármata fue cosa de dos ataques, en uno de los cuales la Pantera saco un ataque demoledor de 5 éxitos y Furia. Pero, al no haber nadie a quien atacar, salvo el Caballo Sármata, perdió ese fabuloso ataque. La oportunidad fue aprovechada por el Caballo Sármata que, de una Coz, finalizó con la Pantera, dando la victoria a Samino.
Pero… Rebobinemos: "… 5 éxitos y Furia. Pero, al no haber nadie a quien atacar, salvo el Caballo Sármata, perdió ese fabuloso ataque." ¿Desde cuándo la Furia hace perder el ataque? Los dioses se enfurecieron he intervinieron, haciendo retroceder el tiempo y otorgando la victoria a Diego (miembro de Peká Editorial) y su Pantera.

Y así, con ganas de más partidas (y más largas), nos despedimos del Círculo de Isengard, esperando que en un futuro no muy lejano podamos quedar de nuevo.


Luis.

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