sábado, 25 de junio de 2011

Luid Pucelae III

En el tercer encuentro de la liga de Gladiadores de Valladolid, se recrea una gran batalla entre las hordas bárbaras y las legiones de Roma.
Se emplean las reglas de la cuarta ampliación: LEGIONES Y CELTAS. Tras una rápida lectura de las nuevas (y sencillas) reglas, los jugadores son dejados a su suerte...
En el bando bárbaro, Javier (Celtas - Cobre), Álvaro (Sin Escudo - Azul), y Bruno (Acróbatas - Naranja). Su primera misión, la víspera de la batalla, consiste en infiltrarse en el campamento romano y sabotear sus máquinas de asedio.
Defendiendo sus posiciones en el bando romano, Rodrigo (Legionarios - Bronce), Juan Carlos (Escudos Grandes - Rojo), y José (Escudos Pequeños - Verde).
La batalla comienza con retraso, y hay que jugar contra el tiempo. Los bárbaros esperan en el bosque el momento oportuno para cruzar el río y asaltar las empalizadas romanas.
Los primeros atacantes no llegan hasta las defensas, antes de que despierten los defensores. Un Legionario apunta la gran Balista, pero el rápido y siempre genial Contrarretiario emplea un "Movimiento y Ataque Adicionales" para atravesar todo el campo de batalla y apalear al defensor.
La batalla es rápida y brutal. Finalmente, aunque el Contrarretiario hace casi todo el trabajo, el Cerdo Salvaje de los Celtas tiene el honor (y la recompensa) de destruir la Balista.
Las cosas empiezan bien para los bárbaros, pero en la siguiente y definitiva batalla su valor se convierte en insensatez: los Celtas cargan gritando los primeros y son masacrados por los Escudos Grandes, en gran medida debido a las ¡4! cartas de CRONOS de la segunda ronda. La carga de caballería no es suficiente para declinar la contienda a su favor, y caen también los Sin Escudo. Finalmente, el tiempo salva a los Acróbatas de una muerte segura. ¡Otra gran victoria de Roma!
Los Escudos Grandes de Juan Carlos obtienen el mayor número de sestercios, y 2 Trípodes de Oro, mientras que el resto de miembros de su bando ganan 1 Trípode de Oro cada uno.
El premio de honor recae en los heroicos Celtas de Javi, que luchan sin miedo a la muerte y se llevan un buen número de piezas antes de caer.

domingo, 19 de junio de 2011

Ludi Pucelae II

Segundo encuentro de los jugadores de la liga de Valladolid, con las reglas de la ampliación EL COLISEO en una mesa, y VENATIO en otra.
Con EL COLISEO, la arena del anfiteatro se amplía en un anillo adicional. Es el tamaño apropiado para grandes batallas, en las que sobresale el gran Elefante.
En VENATIO, los jugadores podrán equipar a sus gladiadores con arcos y venablos, y cazar a las fieras desde una prudente distancia, siempre que los bosques artificiales no dificulten su visión.
En la partida de EL COLISEO, coinciden tres veteranos acostumbrados a luchar entre sí, además de Gloria (Morituri - Negros). Sus ansias de sangre les llevan a ignorar las restricciones de luchadores para partidas numerosas (de 4+ jugadores), y en la segunda prueba luchan 8 gladiadores a la vez en las montañas, además de numerosas fieras.
Cumpliendo las pesimistas previsiones de sus compañeros de mesa, Leticia (Escudos Pequeños - Verdes) se hace con la victoria. Una vez más, el Tracio campa a sus anchas. En cambio, los pobres Acorazados (Blancos) de José son despojados de su armamento especial mediante una jugarreta del destino, y pierden la batalla.
Destaca una jugada fatal para los Acróbatas (Naranjas) de Dani, que son arrojados por sorpresa a un pozo. Los esclavos mueren, pero los gladiadores se levantan de un salto para conseguir el segundo puesto. A pesar de todo, volvemos a escuchar sus quejas... ¡No le basta con estar en lo alto de la clasificación!
En las cacerías de la mesa de VENATIO, un servidor participa en lugar de Rodrigo (que llega al final de la batalla), con el equipo que nadie escoge, los Sin Escudo (Azules). Armando a un Dimachaerus de Nivel III con la Fragua, siembro el terror con un ataque de 7 dados rojos... ¡Y consigo un número ingente de piezas! Obtengo la victoria (1.500 ss) en la primera prueba, pero los Escudos Grandes (Rojos) de Bruno se llevan una palma (5.000 ss) en la segunda...
Por si fuera poco, y después de tres ataques de mi Dimachaerus contra el Rinoceronte en la tercera prueba, el Secutor de Bruno se acerca en el último momento y le quita las tres heridas finales, llevándose la pieza. Mientras, el Sagitarius de los Arqueros (Morados) de Javier envía flechas de muerte desde el otro lado de una balsa de aceite ardiendo. En un enfrentamiento terrible, y ayudado por el Oso de los Cazadores (Amarillos) de Álvaro, mi Dimachaerus acaba con el Sagitarius y el Secutor (a pesar de sus cartas de dioses).
Es el turno XII, el final de la prueba, pero el Oso aún tiene una oportunidad de conseguir la victoria: y poniéndose en pie sobre las patas traseras, se deja caer sobre el pobre Dimachaerus, acabando con su heroica carrera. Eso sí, como jugada final, el gladiador de las dos espadas clava una de ellas en el vientre del Oso (gracias a una carta de maniobra providencial), y ambos se unen en la muerte. Las dos palmas se cambian por 3.000 ss cada una y se reparte el dinero entre los cuatro jugadores, y Bruno termina el juego con la única palma, y la victoria.
El Trípode de Oro para la mejor jugada del día es para el desgraciado Bestiario de Álvaro. A pesar de ser el mejor gladiador en la lucha contra fieras, es devorado por un simple Lobo del Pozo cuando se acerca para matarlo y obtiene 3 pifias en 4 dados de daño. Lo que nos pudimos reír...
En la clasificación general, Bruno en cabeza con IV Trípodes de Oro, y 26.500 sestercios. Las nuevas casernas no resultaron muy afortunadas, y los Escudos Pequeños (Verdes) siguieron demostrando que el Tracio es el amo indiscutible de la arena. Veremos qué ocurre en la tercera jornada, con las reglas de carreras de EL CIRCO y las batallas de LEGIONES Y CELTAS. ¡Hasta entonces!

miércoles, 8 de junio de 2011

Granollers 2011

Aquí está la crónica de Luis sobre el encuentro Jugar X Jugar en Granollers (Barcelona):
Aún con preparativos en la carpa, el estandarte ya ondea al fondo, en el "Rincón de los Autores".
Jueves, primer día con una afluencia de público muy escasa, debido a la lluvia. Entre los jugadores, Álvaro, creador de FQ3, el juego de Fórmula 1 que ya conocimos en el festival de Córdoba.
En la carpa junto a la nuestra, otra feria muy distinta...
Viernes al mediodía, un poco más de animación, pero muchas mesas vacías. La ONG "Ayudar Jugando" (con camisetas naranjas) enseñan a jugar a los niños que acuden a la feria.
Otro amigo de Córdoba, Haritz, nos envía algunos incautos para deleite de nuestras fieras.
¡Gracias por tu apoyo!
Este impresionante circo no es nuestro, sino del juego "Circo Máximo", de carreras de cuadrigas. Si bien resulta más complejo que el circo de nuestra 3ª expansión (y no puedes bajarte de la cuadriga para liarte a espadazos con los rivales), los corredores compiten con pasión.
El sábado llegó el público en masa a ocupar las mesas.
Álvaro no perdió la oportunidad de jugar una última partida.
Y también tuvimos dos auténticos expertos en el combate de gladiadores, llegados de Tarragona, donde se realizaron recreaciones de combates en vivo.
En este tablero también se suda, sobre todo cuando los dados están en tu contra. ¡Oh, Fortuna!

miércoles, 1 de junio de 2011

Ludi Pucelae I

Primera jornada de las Ludi Pucelae, con 8 jugadores divididos en dos mesas, empleando las reglas de la caja básica, con los cuatro equipos principales (Rojo, Verde, Azul y Naranja). Se disputan tres pruebas en cada partida.
En la Mesa A (al fondo), juegan los veteranos: Leticia (Rojo), Álvaro (Azul), Dani (Verde), y Jose (Naranja). En la Mesa B, tres jugadores novatos: Gloria (Naranja), Juan Carlos (Azul) y Javi (Rojos). El cuarto jugador, Bruno, cuenta con una partida de Gladiadores, unas cuantas de Gladiadores Avanzado (hace años), y una de Gladiadores de Rol. Sin duda, parte con una pequeña ventaja...
En la mesa B, los Azules entrenan al máximo a sus Esclavos y empiezan muy bien, pero son masacrados sin piedad en la segunda prueba.
En la mesa A de los veteranos, se palpa el miedo a los gladiadores de Leticia, finalista de las Castilla y Dragón y vencedora en las carreras de cuadrigas de Micrón.
El poderoso Tracio de Dani observa la arena, dispuesto a acabar con la vida de sus rivales, sean humanos o fieras. Los dioses están de su lado, y el temido Contrarretiario de José obtiene un 1 en el sorteo, por lo que no participa en la prueba.
El Trípode de Oro para la mayor hazaña es ganado por Javier, sin duda alguna. Tras una buena tunda, su Mirmillón, a punto de morir y derribado en el suelo, es arrollado sin piedad por el Uro de Gloria. Sin embargo, dos pifias de esta enorme fiera acaban con sus dos últimos puntos de vida, mientras el Mirmillón observa estupefacto.
Acto seguido, un Hoplómaco ávido de sestercios se acerca a rematarlo, y de nuevo es muerto por el contraataque del Mirmillón. ¡Nadie aprovecha tan bien las pifias! Es suficiente para el Mirmillón: en la última prueba, obtiene también un 1 en el sorteo, y se queda disfrutando del espectáculo desde las gradas.
Los sesudos veteranos sacan todo el partido a sus cartas, pero el tiempo se agota y la última prueba es forzada a acabar. Estuvieron a punto de probar las reglas de "muerte súbita". Finalmente, se imponen los gladiadores Verdes de Dani, que a pesar de su victoria tuvo tiempo para quejarse al final. ¡Podía haber conseguido muchos más sestercios, según dice!
¡Zas! Un tajo del Tracio de Bruno mata de un golpe al heroico Contrarretiario de Gloria.... En la mesa de los novatos, la tercera prueba se decanta por los Azules de Juan Carlos, que acaban con todos sus rivales sin sufrir ninguna baja. ¿Todos? ¡No! El Tracio, al borde de la muerte, y un pobre Esclavo verde, se acercan resignados a sus enemigos. Como era de esperar, ambos son acuchillados; pero el Tracio vuelve de la muerte jugando su "Regreso del Orco" y, contra todo pronóstico, acaba con un Laqueatario, dos Perros de Presa y dos Esclavos azules (ayudado también por una "Cólera de los Dioses")... Todo un Espartaco reencarnado, para deleite del público.

¡Victoria para los Verdes! En ambas mesas, los geniales Tracios se alzan con la victoria. Un servidor, como confeso partidario de los Parmularii, no puede ocultar su satisfacción.