Segundo encuentro de los jugadores de la liga de Valladolid, con las reglas de la ampliación EL COLISEO en una mesa, y VENATIO en otra.
Con EL COLISEO, la arena del anfiteatro se amplía en un anillo adicional. Es el tamaño apropiado para grandes batallas, en las que sobresale el gran Elefante.
En VENATIO, los jugadores podrán equipar a sus gladiadores con arcos y venablos, y cazar a las fieras desde una prudente distancia, siempre que los bosques artificiales no dificulten su visión.
En la partida de EL COLISEO, coinciden tres veteranos acostumbrados a luchar entre sí, además de Gloria (Morituri - Negros). Sus ansias de sangre les llevan a ignorar las restricciones de luchadores para partidas numerosas (de 4+ jugadores), y en la segunda prueba luchan 8 gladiadores a la vez en las montañas, además de numerosas fieras.
Cumpliendo las pesimistas previsiones de sus compañeros de mesa, Leticia (Escudos Pequeños - Verdes) se hace con la victoria. Una vez más, el Tracio campa a sus anchas. En cambio, los pobres Acorazados (Blancos) de José son despojados de su armamento especial mediante una jugarreta del destino, y pierden la batalla.
Destaca una jugada fatal para los Acróbatas (Naranjas) de Dani, que son arrojados por sorpresa a un pozo. Los esclavos mueren, pero los gladiadores se levantan de un salto para conseguir el segundo puesto. A pesar de todo, volvemos a escuchar sus quejas... ¡No le basta con estar en lo alto de la clasificación!
En las cacerías de la mesa de VENATIO, un servidor participa en lugar de Rodrigo (que llega al final de la batalla), con el equipo que nadie escoge, los Sin Escudo (Azules). Armando a un Dimachaerus de Nivel III con la Fragua, siembro el terror con un ataque de 7 dados rojos... ¡Y consigo un número ingente de piezas! Obtengo la victoria (1.500 ss) en la primera prueba, pero los Escudos Grandes (Rojos) de Bruno se llevan una palma (5.000 ss) en la segunda...
Por si fuera poco, y después de tres ataques de mi Dimachaerus contra el Rinoceronte en la tercera prueba, el Secutor de Bruno se acerca en el último momento y le quita las tres heridas finales, llevándose la pieza. Mientras, el Sagitarius de los Arqueros (Morados) de Javier envía flechas de muerte desde el otro lado de una balsa de aceite ardiendo. En un enfrentamiento terrible, y ayudado por el Oso de los Cazadores (Amarillos) de Álvaro, mi Dimachaerus acaba con el Sagitarius y el Secutor (a pesar de sus cartas de dioses).
Es el turno XII, el final de la prueba, pero el Oso aún tiene una oportunidad de conseguir la victoria: y poniéndose en pie sobre las patas traseras, se deja caer sobre el pobre Dimachaerus, acabando con su heroica carrera. Eso sí, como jugada final, el gladiador de las dos espadas clava una de ellas en el vientre del Oso (gracias a una carta de maniobra providencial), y ambos se unen en la muerte. Las dos palmas se cambian por 3.000 ss cada una y se reparte el dinero entre los cuatro jugadores, y Bruno termina el juego con la única palma, y la victoria.
El Trípode de Oro para la mejor jugada del día es para el desgraciado Bestiario de Álvaro. A pesar de ser el mejor gladiador en la lucha contra fieras, es devorado por un simple Lobo del Pozo cuando se acerca para matarlo y obtiene 3 pifias en 4 dados de daño. Lo que nos pudimos reír...
En la clasificación general, Bruno en cabeza con IV Trípodes de Oro, y 26.500 sestercios. Las nuevas casernas no resultaron muy afortunadas, y los Escudos Pequeños (Verdes) siguieron demostrando que el Tracio es el amo indiscutible de la arena. Veremos qué ocurre en la tercera jornada, con las reglas de carreras de EL CIRCO y las batallas de LEGIONES Y CELTAS. ¡Hasta entonces!
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